La ubicación es inmejorable, a solo unos pasos de la Plaza San Marcos y el Palacio Ducal. Las habitaciones son maravillosas, con una cama extremadamente cómoda y vistas gloriosas que hacen que cada despertar sea especial. Además, aunque está cerca de la acción, es un oasis de tranquilidad, ideal para descansar después de un día de exploración. El desayuno en la terraza fue un deleite, lleno de opciones locales y servido con una vista espectacular.

Tuve dificultades para encontrar algunos canales de Sky TV en la habitación.

La atención del personal fue excepcional y muy personalizada.

El Londra Palace es simplemente encantador. La habitación, con su cama súper cómoda, fue perfecta para reponer energías después de explorar. La ubicación es genial, justo al lado de Plaza San Marcos. La atención del personal, siempre amable y servicial, hizo nuestra estancia aún más especial.

Lo que no te cuentan

A pesar de la hermosa ubicación, la atención del personal deja mucho que desear. La calidad del desayuno ha disminuido, y la organización es deficiente. Además, me sorprendió la falta de variedad en el menú. El precio de las bebidas también es excesivo, lo que hace que uno busque alternativas fuera del hotel.

La vista desde nuestra habitación era increíble, perfecta para disfrutar de Venecia. Sin embargo, el desayuno no estuvo a la altura esperado.

La experiencia de desayunar en la terraza junto al canal fue simplemente inolvidable, rodeado de un ambiente veneciano auténtico y vistas impresionantes.

A pesar de la comodidad de las camas, las habitaciones podrían beneficiarse de una mejor insonorización, ya que se escuchaban ruidos del pasillo.

Una experiencia inolvidable con vistas impresionantes

Me encantó celebrar un aperitivo en la terraza Altana, ¡la vista es simplemente espectacular! La atención del barman fue excepcional y la comida muy bien presentada. La ubicación del hotel es inmejorable, justo al lado de la Plaza San Marcos. Sin embargo, las habitaciones podrían ser un poco más amplias para el precio que pagas.

El hotel ofrece una vista impresionante desde la habitación, lo que hace que cada despertar sea especial. El desayuno en la terraza es un punto destacado, con una buena selección y un ambiente encantador. Sin embargo, las habitaciones podrían ser un poco más amplias en relación al precio, y aunque el servicio fue generalmente atento, faltaron algunos pequeños detalles que se esperaban en un alojamiento de este tipo.

La terraza Altana es un lugar mágico para un aperitivo, con vistas impresionantes que dejan a todos maravillados. La atención del barman fue excepcional, y la comida, en especial los platos de pescado, estaba exquisita. Sin embargo, las habitaciones resultan un poco ajustadas para el precio. Además, el desayuno dejó mucho que desear en cuanto a variedad. Al final, la experiencia es buena, pero podría mejorar en aspectos importantes.

maravilloso, maravilloso, maravilloso

La habitación era increíble, con una vista espectacular que hacía que cada despertar fuera especial. Disfrutamos de un desayuno en la terraza lleno de opciones locales y un ambiente inigualable. La atención del personal fue excepcional, haciendo que nuestra estancia fuera aún más memorable.

totalmente recomendable 😊❤️

me encantaría regresar

El hotel tiene una ubicación inmejorable, justo frente a la estación de San Zaccaria, lo que facilita moverte. La habitación fue muy cómoda, con aire acondicionado, minibar y TV de pantalla plana. El desayuno en la terraza fue un deleite, rodeado de hermosas vistas. Además, el personal fue super amable en todo momento.

La ubicación es ideal, justo frente al Gran Canal, donde se puede ver la actividad de las góndolas desde nuestra habitación. La atención del personal fue excepcional. cada miembro se mostró amable y servicial. Disfrutamos de un desayuno delicioso, con una amplia variedad que incluía frutas frescas y excelente café. Sin duda, este hotel es un lugar donde me encantaría volver.

Nada que mejorar.

Recomiendo para escapadas románticas

La vista desde nuestra habitación era nada menos que espectacular, despertarte mirando la laguna es algo que no se olvida. El desayuno con prosecco fue el mejor comienzo del día que pudimos imaginar.

No fue barato, pero valió cada euro.

Tuve una experiencia única. La terraza Altana fue ideal para disfrutar de un aperitivo mientras observaba el panorama de la ciudad. Me sorprendió la calidad del café, perfecto para recargar energías entre paseos. Además, la ubicación facilitó la exploración de cada rincón de la ciudad.

Las habitaciones no son tan amplias como esperaba. noté falta de variedad en el menú de desayuno.

Maravilloso hotel con vistas fantásticas, decoración inspirada en villas venecianas y un bar que simplemente te hace sentir como en casa. La ubicación es ideal, justo frente al taxi acuático, ¡cero quejas!

Aunque los recuerdos aún zumban por ahí, con las maletas arrastrándose, me sentí parte del desfile turístico.